¿Cuál es la diferencia entre informe y dictamen pericial?

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En asuntos peritados por informáticos forenses, el dictamen y el informe son instrumentos útiles tanto por su función informativa como por su valor probatorio ante el juez. Con una estructura formal definida, estos documentos presentan observaciones y valoraciones sobre un hecho determinado, con el objetivo de facilitar su interpretación adecuada para un público no versado en la materia en cuestión (vulneración de la intimidad, delitos contra la propiedad intelectual, competencia desleal, etcétera). Aunque puedan confundirse para el ojo inexperto, la diferencia entre informe y dictamen pericial es notable.

En primer lugar, un informe pericial informático se define como un documento elaborado por especialistas en un asunto determinado, previas investigaciones con el fin de alcanzar conclusiones y resultados definitorios. Esta persona recibe el nombre de perito y disfruta de una independencia absoluta con respecto a las partes contratantes; mientras estos tienen intereses y vínculos con el asunto peritado, este profesional carece de relación con el mismo, implicándose por tanto como un agente externo, objetivo e independiente.

En razón de estas características —objetividad de las conclusiones, análisis fiel y profesional de los hechos—, este informe de informática forense actúa como un medio de prueba, tan válido como un test de alcoholemia o la documentación incautada en registros domiciliarios, por mencionar aquí ejemplos comunes y entendibles para el lector profano.

En procesos judiciales los informes periciales pueden ser determinantes. Aunque estos documentos no agregan, por lo general, nuevos datos y hechos valorables por el juez, aportan una interpretación determinante de los mismos, fundamentada en la técnica y la ciencia de la rama forense que corresponda. Esta aproximación más precisa a los hechos puede resultar reveladora para el juez, que carece de conocimientos y medios para formarse las conclusiones reflejadas en dicho informe.

Respecto al dictamen pericial informático, esta exposición contiene las opiniones y juicios críticos y valorativos de un perito en la materia, que pone así sus conocimientos técnicos y científicos al servicio del estamento judicial o del solicitante en cuestión, con independencia de que sea una entidad pública o privada.

Hasta aquí, ambos documentos de periciales informáticas guardan evidentes similitudes, pero les separa una diferencia o matiz significativo: en los dictámenes periciales procede que los peritos expongan sus opiniones y recomendaciones acerca de las medidas más convenientes a adoptar para la resolución satisfactoria del problema; en cambio, en los informes periciales no existen tales opiniones ni indicaciones, pues el experto mantiene siempre una postura neutral, argumentando sus pareceres sin emitir ningún tipo de valoración.

No obstante, los dictámenes periciales comparten con los informes su capacidad para actuar como pruebas judiciales. En otras palabras, pueden ser admitidos como pruebas a petición del tribunal, que en muchos casos será el responsable de autorizar la redacción de este documento, con el fin de emitir un juicio basado en una interpretación precisa y justa de hechos que, por su naturaleza, sean difíciles de interpretar para el jurado.

En líneas generales, el dictamen pericial en informática forense persigue ante todo la objetividad y la precisión, evitando cualquier ambigüedad que pueda confundir al emisor o impulsarle a realizar interpretaciones erróneas de hechos concretos. Tampoco debe acoger sentencias demasiado categóricas, pues el conocimiento del perito y del corpus disponible para analizar son limitados.

Aunque la valoración profesional está permitida en un dictamen, esto no significa que el perito pueda «irse por las ramas», por recurrir a una expresión popular. El responsable de este documento debe ajustarse a los hechos y cuestiones estrechamente relacionadas con el asunto a peritar, argumentando sus respuestas y exponiéndolas siguiendo una estructura lógica y comprensible (de nuevo, con el objetivo de facilitar a los receptores el análisis y la interpretación de los hechos).